Eso de suelta, deja ir se escucha cada vez que más a menudo, frases como el desapego es la clave de la felicidad se lee por todas partes y no hay duda de ello, entiendo que cada sufrimiento presente es tan solo una idea mental fuertemente adherida a nuestra percepcion y al momento de liberarnos de esa forma-Percepción-idea llega la paz y aceptación y con ello el descanso.
No es algo que ponga en duda, sin embargo en la realidad llevarlo a la práctica no es como ponerle salsa a los tacos, de hecho hasta me parece que ese es el chiste, el nivel de complejidad de lograr vivir la frase suelta, deja ir…
A mi cabeza llego desde hace días el título El JUSTO MEDIO y aunque no sabía con exactitud el mensaje tuve la certeza de que había algo por compartir.
Me parece que este año el aprendizaje común fue el aprender, ya no por frase, si no de manera vivencial el desapego, llámese trabajos, negocios, proyectos, matrimonios, estudios, relaciones, hobbis, tiempo, vida… Todos de alguna manera nos enfrentamos a perdidas y vivimos procesos internos de aprender a vivir sin «eso» a lo que tal vez nunca hubiéramos renunciado por voluntad propia. Me parece que todos de alguna forma y aun de diferente intensidad en este tiempo que hemos vivido experimentamos la renuncia por nuestra paz mental emocional o espiritual viviendo de cerca el desapego .
Y ese fue el examen de admisión a nuestra nueva era que llamare: EL JUSTO MEDIO. No hay otra manera ya de vivir que en equilibrio, viéndose EQUILIBRIO no bajo el concepto de ALGUNOS, si no bajo el concepto universal.
Esa preparación de aparentes perdidas ha quitado de nuestras vidas y seguirá quitando lo que la balanza justa dicte. La vida que en su amor nos da otra oportunidad deja claro que sólo podemos continuar como humanidad si vivimos en el perfecto equilibrio, que no hemos practicado. Y pone ya, sin pedir permiso a todos y a todo en su justo lugar.
Esa es nuestra vida a partir de ahora, las piezas seguirán ajustándose sin pausa y si con cierta prisa. Reajustes, reequilbrios, cambios y más cambios, más de soltar, más de tomar y aceptar, de agradecer lo que ahora nos sea dado pues recibiremos cada cual lo que nos corresponde, interiormente, exteriormente o ambos.
Tal vez la balanza se base en lo mas profundo de nuestros sentimientos e intenciones, ya las apariencias saldrán sobrando porque será afuera como es adentro y a la luz de la verdad nada ya se esconde.
Tal vez esa luz que nos empieza a llegar es tan poderosa que nos da el regalo de iluminar espacios de nosotros mismos a los que antes no llegaba la luz.
Tal vez la llamada era dorada sea la oportunidad de ver a través de lo que tenemos en el exterior nuestro propio Interior.
Una nueva oportunidad, borrón y cuenta nueva. Un regalo de amor de la vida para ti y para mi, la oportunidad a cada uno de brillar en nuestra justa medida e ir más allá de nuestras limitaciones en esa búsqueda del encuentro con la esencia de todo, de todo lo que somos: Amor, compasión, justicia.